CHINA RECONSTRUYE
Este era el nombre de una revista distribuida por las embajadas de la China comunista en toda América del Sur allá por los años 1970. En esta revista se mostraba el avance social de China, gastando inmensas cantidades de dinero en acción social. Casi siempre exageradas en la propaganda y mentirosas en el fondo. Una escuela u hospital lo pintaban varias veces de colores diferentes y le sacaban fotos pareciendo que eran muchos los predios construidos, sin contar las “foto-montajes” que hacían. Ahora me recuerdo de una cosa curiosa: no había nada de nuevas empresas, nuevas industrias, etc. Nada que generase valor, lucro, riqueza, etc. La Revolución Cultural de Mao Tse Tung era, justamente, eso: una revolución cultural y nada más. Cosa típica de los comunistas, no saben hacer nada valioso que genere riqueza al país y al pueblo. Fue en el año 1975 que ciertos intelectuales comenzaron a levantar la idea de hacer de China un estado híbrido: ¿Hibrido? SÍ. Comunista en el gobierno y capitalista en la economía. Para tener éxito en ese sistema capitalista, serían criadas Bolsas de Valores y creadas muchas industrias de todo y de cualquier cosa que pudiese ser exportada. Y así fue la idea aceptada por el gobierno comunista, creando una especie nueva de sistema de regir una sociedad: Gobierno comunista con economía capitalista mixta.
Fueron creadas miles de industrias de todo cuanto la imaginación puede crear (y copiar). La cesantía cayó casi a cero y la productividad fue en ascensión sin parar, robotizando las empresas que iban siendo creadas, así como formando personal técnico propio para trabajar en las empresas. Prontamente la China de 1980 se vislumbraba como una potencia industrial emergente. Hoy en día, 2023, ya no hay más duda de eso, ocupando el segundo o tercero lugar en el mundo, superando inclusive al Japón, Alemania, Corea del Sur, Singapur, etc. Como consecuencia de eso, el standard de vida del ciudadano chino mejoró inmensamente y la cesantía casi no existe en uno de los países más poblados del mundo. Los Trabajadores descubrieron que a pesar del gobierno ser comunista y castrante de ideas libres, el sistema capitalista de la economía los ha beneficiado.
Hoy en día es más fácil enumerar con los dedos de la mano lo que la China NO produce que lo que realmente produce, copiando e inventando de todo. Desde un alfiler hasta aviones y cohetes con astronautas.
Chile podría hacer lo mismo: crear cientos de empresas. Bastaría tener un presidente inteligente, que no tenemos ahora.
Sergio Raul Menares Becker