COMER BIEN VS COMER POCO
Recientes declaraciones del Presidente Lula del Brasil, que en su opinión cuando estuvo invitado a comer en los palacios de Paris y de Roma por los respectivos presidentes, comió muy poco. Los platos contenían poca comida. En resumen, dijo que se comía mal en Europa. Que no sabía cómo era en Restaurantes porque él no frecuentaba restaurantes, por eso comía en el propio hotel en que se hospedaba y, también, la comida era poca.
Esta declaración de Lula es curiosa y refleja bien dos culturas bien diferentes en la gastronomía. Muchos la consideran una “gafe”, o sea una indelicadeza del Presidente que nada agradará a los Presidentes de Francia ni de Italia. Cuando sepan la declaración dicha por el Lula.
Lo que Lula no sabe (su ignorancia en esta materia es notoria) que cuando se es invitado a un palacio, a una comida oficial, no se está invitando para matar el hambre del invitado, y si, se le está invitando a un “evento oficial” en que la comida es apenas un detalle y los discursos son más importantes, así como el momento de estar juntos. Compartir el momento es el objetivo principal, y no la comida.
En el mundo y en América latina, existe la cultura de comer bastante para saciar el hambre. Disfrutar la comida y la ocasión, es poco frecuente. Comer bastante, es un caso común entre los jóvenes debajo de los 50 años de edad y más entre los hombres que entre las mujeres.
En Europa, parece que existe la costumbre de comer mejor, pero en menor cantidad. Esto va de encuentro a lo que los médicos dicen: “coma poco y coma mejor”. ¿¿Qué es comer mejor?? Es simplemente comer variado.
Comer todos los componentes alimenticios que nos brinda la naturaleza. De esta forma no engordaremos tanto y nuestro cuerpo absorberá todos los nutrientes que precisar sin deformarnos la silueta en forma tan ostensiva.
En Brasil, por ejemplo, se come todos los días la misma cosa, invierno y verano: arroz, porotos y carne. No se sale de ese triangulo gastronómico. Y cuando el brasileño no come eso al almuerzo, se siente como “que no ha almorzado”.
En Cuba, por ejemplo, se come lo que se puede conseguir para comer, ya que el régimen comunista mantiene a todo el pueblo con hambre por falta de comida (Con Allende sufrimos lo mismo). No se les puede ni sugerir que coman mejor, excepto para los dirigentes comunistas, pues para ellos sobra la comida. Es solo ver la tremenda guata que tienen.
SERGIO RAUL MENARES BECKER