CUBA Y EL PAN

Desde que fue instalado el comunismo a fuerza por el tirano Fidel Castro y nacionalizó todo, TODO – inclusive las panaderías –, la calidad del pan pasó de un alimento agradable a un alimento repugnante. Los cubanos lo consumen solo por una necesidad de disminuir el hambre y nada más. A pesar de eso, solo se permite apenas un pan por cabeza por día. Sea viejo o sea niño, sea hombre o sea mujer, sea sano o sea enfermo. No hay placer o disfrute de comerse un pan en Cuba porque es malo de sabor y textura. Póngale mucha mermelada y será apenas tragable.  Las delegaciones cubanas que visitan Brasil comen cantidades impresionantes de pan. Inclusive piden pan en las churrascarías donde no es servido pan, porque no es tradicional hacerlo. Los soplones del gobierno comunista se infiltran en las colas de las panaderas para denunciar a los que protestan por la calidad, y que son presos inmediatamente y acusados de “contrarrevolucionarios”.

Ahora el gobierno ha resuelto que el pan tendrá 60 gramos en lugar de los 80 que tenía hasta ahora, pues no hay harina ni plata para comprar más. En Brasil, la producción de harina de trigo también es deficitaria, pero nunca faltó plata para importar. Esto es porque las empresas pagan sus impuestos, lo que le da al gobierno una gran cantidad de recursos monetarios para comprar lo que le falta. Entonces, harina (entre otras cosas) nunca faltó. Esto demuestra que la Democracia es muy – ¡pero muy! – superior al retrógrado comunismo opresor de todos. En Cuba eliminaron a los ricos y se quedaron solo con los sinvergüenzas comunistas: la isla se pudrió…

EL COMUNISMO ES INCOMPATIBLE TOTALMENTE CON LA DEMOCRACIA.