EL EQUILIBRIO
Sabemos que la derecha busca que el interés individual esté siempre primero que el interés social. Del lado de la izquierda, sucede lo contrario, creen que el interés social debería prevalecer sobre el interés individual. El Socialismo Democrático piensa que debe existir un equilibrio entre lo individual y lo social. Ni uno debe estar por sobre el otro, ni el otro por sobre el uno. Debe existir EQUILIBRIO.
Podemos ejemplificar este asunto con un caso típico de Chile. El agricultor de Petorca precisa de agua, mucha agua para regadío de sus pies de paltas, pero a la medida que usa el agua, ésta falta cada vez más para el resto de la población de la ciudad, hasta el punto de no llegar a algunos hogares. ¿Cuál es la solución? Los extremistas dicen que se debe prohibir a los dueños de los “paltares” el uso del agua, inclusive del subsuelo para dejar así toda ella disponible para la población. Ahí vienen los discursos marxistas que el agua es de todos y no puede ser usada para provecho propio o comercial. Por eso en Cuba es prohibido que los particulares embotellen agua mineral para vender ni dar. Inclusive las cooperativas de Trabajadores productores son prohibidas de hacerlo. Creemos que la solución debe ser equilibrada, el agua cuando insuficiente para ser usada sin medida, debe ser ecuacionada para que no falte a los habitantes del área y tampoco a los Trabajadores productores.
Un racionamiento “racional” puede ser la solución para dejar a todos con sus derechos y necesidades satisfechas (aunque sea precariamente) de la poca agua existente. Paralelamente deben ser hechos estudios y proyectos para hacer obras urgentes en el sentido de aumentar el caudal de aguas disponibles, como hicieron en la costa oeste de EEUU para evitar la sequía que afligía a esa región.
El agua debe ser de todos los chilenos, para consumir los consumidores y para producir los productores. Ni uno ni otro debe ser dueño absoluto de un recurso natural del país y el equilibrio en su uso es necesario.
¿Debemos colocar eso en la nueva Constitución? ¡Opine, pues es su derecho!