HACER EL BIEN SIN MIRAR A QUIEN
La historia del mundo está lleno de ejemplos de personas que hacen el bien sim mirar a quien. Durante la Segunda Guerra Mundial, miles de católicos ayudaron a judíos y sus familias a esconderse de los asesinos nazistas alemanes. Salvaron así a miles de ellos con gran riesgo de sus vidas por parte de las hordas primitivas de los nazistas. Lo mismo sucedió en Italia donde imperaba el fascismo de Mussolini y que, por afinidad con el nazismo de Hitler, también perseguía a los judíos. Los Demócratas de ambos países, así como de los países ocupados, ayudaban a la “resistencia”, sin mirar si eran comunistas o demócratas.
Tanto el nazismo como el fascismo demostraran crueldad irracional no solo contra los judíos y gitanos, sino que también contra los comunistas y los Demócratas. Los Demócratas, la mayoría de ellos, sin duda vio con buenos ojos el “pronunciamiento” (golpe militar) liderado por el General Pinochet, nombrado como Comandante del Ejército por Allende. Muchas esperanzas se amontonaban en nuestros pensamientos en el sentido que pronto volveríamos a la Democracia que los marxistas habían pisoteado tanto. Confiábamos en Pinochet como un General Demócrata. Un General que usaría todo su poder para restaurar la Democracia en el país rápidamente, respetando todo y a todos (como lo dijo públicamente el General del Aire Gustavo Leight Guzmán).
Cual fue la desilusión tremenda y terrible que sufrimos los Demócratas cuando Pinochet comenzó a perseguir en forma implacable a los de la UP del gobierno de Allende. Ningún tribunal, ningún juicio para hacer justicia y castigar los excesos y arbitrariedades cometidas por los marxistas y pro-marxistas de Allende. Era simplemente matar, sin compasión. Matar y torturar al más puro estilo nazista, demostrando la imbecilidad de los militares anticomunistas, que creen que matando a los marxistas y comunistas, se va a erradicar el problema.
Para ellos, erradicar el marxismo, haciendo un millón de habitaciones, generando 10 millones de empleos, pagando buenos salarios a todos, impidiendo que algunos pocos se hagan ricos a costo de los más pobres, etc. es una estúpida utopía. La realidad es para ellos “que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres”. Fueron muy valientes para matar opositores indefensos, pero se quedaron en sus cuarteles bien protegidos, en lugar de defender el monumento al General Baquedano de los vándalos, dejando un batallón del ejército en viernes para defenderlo. Pinochet perseguía a los Demócratas y aun así ayudábamos a los ex-UP, opositores de Pinochet a buscar refugio en las embajadas de países Democráticos para que los acogieran y les dieran asilo sin preguntarles si eran marxistas, comunistas, pro-marxistas, pro-comunistas, tontos útiles o similares. Muchos, realmente, eran comunistas, los mismos que en Cuba tratan a patadas a los Demócratas y les cierran todas las puertas o los mandan a la cárcel.
Por eso, muchos (principalmente de la ultraderecha) dicen que ayudar a los comunistas es pura idiotez, pues no merecen. Son gente perversa sin corazón. Lo hacíamos por humanidad y por ser cristianos, como lo hacíamos en la Alemania de Hitler, ayudando los judíos. Debemos recordar que Hitler también detestaba a los cristianos (no tanto como a los judíos), pues decía que por tener el mismo Dios que ellos, los cristianos no éramos confiables al III Reich. También no debemos olvidar que los comunistas son los más EGOISTAS del planeta Tierra, ya que solo ellos quieren gobernar, solo ellos quieren hacerlo.