POR LA BOCA MUERE EL PEZ
Muchos políticos dicen imbecilidades que a veces son tan grandes, absurdas y mentirosas, que nadie les da importancia en forma seria. “No tengan miedo de mí. Soy un cristiano igual que Uds. Cuando no me quieran más, me iré” (Decía Fidel Castro y le creyeron). “Eliminaremos todos los partidos políticos” (Decía Adolf Hitler en campaña y no le creyeron ni le dieron bola). Otros, políticos sufren las consecuencias de las estupideces que dicen. José Antonio Kast dijo en alta voz que si Pinochet viviera, votaría en él. Lo dijo a un país en que 50% está en contra de Pinochet. Bastó eso para que perdiera la Presidencia y, ahora, tengamos un picante ignorante como presidente. El canalla que gobierna Chile fue a decir en China comunista a los jóvenes que no creyeran en las mentiras del gobierno chino. Resultado, la firma estatal china de vacunas Sinovac, desistió de invertir en Chile más de 100 millones de dólares. Milei dijo que cuando fuera Presidente, rompería con el Mercosul (un tratado que da oxígeno a Argentina a través de las exportaciones privadas). También dijo que rompería relaciones diplomáticas con el Vaticano. Lo dijo y se lo dijo a un país con 90% de católicos. Si eso no es locura, no sé lo que es. Suicidio político con toda seguridad, es. Le costó el primer lugar en la votación del primer turno y corre el riesgo de perder también en el segundo. En reiteradas veces hemos dicho que un buen líder anticomunista tiene que ser necesariamente moderado (un estadista). Es difícil encontrar uno con esas dos cualidades simultáneamente, pero podemos mencionar algunos nombres del pasado como Olof Palme y Willy Brand de Suecia y Alemania respectivamente. Grandes líderes anticomunistas del Socialismo Democrático antimarxista. NO HAY QUE DESISTIR, BASTA CONVENCER UN RODOLFO CARTER O UNA TERE MARINOVIC A ACEITAR EL DESAFÍO.